LA CUMBRE IBEROAMERICANA EN CHILE REFLEXIONA SOBRE LA DEMOCRACIA
La Cumbre Iberoamericana de 23 jefes de Estado y de Gobierno que concluyó hoy en Viña del Mar fue, en la opinión de los mandatarios, la más importante de todas porque generó una profunda y sincera reflexión sobre el ejercicio de la democracia y sus principales amenazas.
Seg├║n el presidente de Chile, Eduardo Frei, una muestra de que esta reuni├│n y sus deliberaciones tuvieron especial trascendencia fue el hecho de que se firmara, por primera vez, el documento final.
La "Declaración de Viña del Mar" hizo una defensa a ultranza de la democracia pluralista, sin mencionar a Cuba, y reiteró que tiene que primar la democracia, el estado de derecho y el pluralismo político en cualquier sistema de Gobierno.
El presidente de Argentina, Carlos Menem, aseguró que, si bien no se había hecho una mención específica al caso cubano, se sabía que todas las referencias a la democracia y a la libertad estaban dirigidas al único país de la región que mantiene un sistema de Gobierno autoritario y sin libertades.
Sin admitir públicamente que se sintiese aludido, Castro, que defiende una interpretación de la democracia, firmó el documento, pero a cambio recibió un apoyo firme y directo con la condena enérgica de los todos los países a la ley estadounidense Helms-Burton contra las inversiones en esa isla caribeña.
Menem afirmó que un ejemplo de la sinceridad y la cordialidad durante los dos días de deliberaciones, fue el intercambio de corbatas entre Castro y el presidente del Gobierno español, José María Aznar, después de una acalorada discusión en el almuerzo del sábado.
El gobernante argentino cont├│ que cuando Aznar le colocaba la corbata a Castro le dijo que no se preocupara porque se trataba apenas de una prenda y no de una soga.
La "Declaración de Viña del Mar" es una "invitación a todos los demócratas de la región a elevar la capacidad de la política", destacó en la ceremonia de clausura el presidente Frei, que aseguró además que "la comunidad iberoamericana es hoy más que ayer".
Frei y Caldera, en cuyo país se programó la VII Cumbre de 1997, fueron los únicos oradores de una jornada de clausura que estuvo matizada de momentos emotivos, expresiones de alegría de los gobernantes y con la ausencia del presidente del Perú, Alberto Fujimori, que había dejado firmada la "Declaración de Viña del Mar" antes de abandonar Chile para emprender una gira por cuatro países del Sudeste Asiático.
Otro momento especial se produjo cuando, antes del discurso de Frei, el presidente de Guatemala, Álvaro Arzú, pidió la palabra para anunciar que su gobierno y la guerrilla habían alcanzado un acuerdo para la paz definitiva ese mismo día en México.
Los mandatarios, minutos después, se pusieron nuevamente de pie para aplaudir, cuando en medio de su discurso, Frei rindió un homenaje y ofreció una emocionada despedida a la presidenta de Nicaragua, Violeta Chamorro, que en Chile asistió a su última Cumbre.
Caldera convocó por su parte a la VII Cumbre Iberoamericana bajo el lema de "los alcances éticos de la democracia", lo que según subrayó, pasa por la moralización de la función pública y por "una lucha sin cuartel contra la corrupción".
El acto de clausura de la VI Cumbre fue la culminación de una jornada que comenzó con una reunión a puerta cerrada de los gobernantes en el Palacio presidencial de "Cerro Castillo", residencia veraniega de los jefes de Estado chilenos en esta ciudad turística, a 125 kilómetros al oeste de Santiago.
Los líderes iberoamericanos acogieron favorablemente la propuesta del jefe del Ejecutivo español de celebrar una reunión conjunta con los países de la Unión Europea para consolidar sus relaciones.
Aznar hizo este anuncio en rueda de prensa al término de la VI Cumbre, cuyas conclusiones le parecieron positivas y útiles para consolidar este foro y que fuera una "realidad firme", hasta el punto de que habló de la existencia de una comunidad iberoamericana de naciones.
